Hoy en día, tenemos mucha dependencia con el teléfono móvil y a menudo nos encontramos abstraídos en ellos. Hablar en profundidad sobre este tema en clase, me hizo replantearme mi relación con el móvil, por eso decidí embarcarme en este reto, el cual consiste en pasar 24 horas de ayuno digital. Al principio pensé que iba a ser una tarea fácil, sin embargo, me costó más de lo que me pensaba, ya que me encontré con una serie de problemas.
En primer lugar, antes de aventurarme en este reto avisé a mis amigos y familia que no iba a estar disponible durante ese día, ya que si no contestaba se podían preocupar puesto que en la sociedad actual ir con el móvil a todas partes es algo que está normalizado. Por otro lado, también horas antes me encontré con el dilema de cómo me iba a levantar al día siguiente, ya que no tenía un despertador, pero gracias a que era sábado y a que vivo con más gente pude avisarles para que me despertasen.
Durante la mañana tuve la sensación de que me faltaba algo y ahí me di cuenta del pequeño vicio que tenía con el móvil. Me puse a estudiar, por lo que la mañana se me pasó más o menos rápido. Sin embargo, después de comer me empecé a agobiar porque no sabía que hacer, entonces decidí buscar alternativas para matar el aburrimiento. Pasé más tiempo con mi familia, manteniendo conversaciones profundas y jugando a juegos de mesa, sin que ningún aparato electrónico interfiriese entre nosotros. Además, salí a dar un paseo yo sola, a pesar de que no estuve mucho tiempo me sirvió para conectar conmigo misma y con la naturaleza.
Sobre las 8 de la tarde, había quedado con mis amigas y el único problema que tuve fue la incertidumbre de no saber si iba a lograr encontrarlas, si ya habían salido de casa o si iban a llegar tarde. Pero una vez ya estuve con ellas, no noté mucho cambio porque cuando estoy con gente intento no coger mucho el móvil para disfrutar de ellos, por lo que no supuso un reto para mi.
Una vez llegué a mi casa y el reloj marcó las 12 de la noche ya podía coger el móvil; no obstante, decidí que ya lo cogería al día siguiente pues quería comenzar a mejorar mis malos hábitos con las tecnologías.
Al finalizar el reto, reflexioné sobre la experiencia y me di cuenta de que el teléfono móvil es una herramienta muy útil, sin embargo, puede suponer una barrera entre nosotros y el mundo que nos rodea. Por esto mismo, creo que es importante y animo a todo el mundo a participar en este reto para darse cuenta de lo que realmente importa y de la cantidad de cosas que nos perdemos debido a las tecnologías.

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